Ingenieros, basados en conocimientos y técnicas científicas, imaginan y crean artefactos que corresponden a una necesidad del ser humano o de la sociedad. En el ciberespacio el ingeniero sigue siendo el mismo creador pero no lo es sólo de plataformas o dispositivos sino de mundos.
En estos mundos es donde habitan los usuarios de la web, donde se comunican, conviven, se relacionan, juegan, adquieren y producen conocimiento. Son como creadores de una vecindad. No es posible pensar ese lugar sin personas pero tampoco pensar las personas sin las casas, bancos, empresas, parques de diversiones, etc..
Bajo esta afirmación, Pierre Lévy dice que se pueden distinguir dos grandes tipos de mundos virtuales: los offline y online.
Offline: limitados y editorializados, como los CDROOM
Online: accesibles a través de la red. Abiertos a la interacción, a la transformación y a la conexión a otros mundos virtuales.
Este mundo virtual funciona como depósito de mensajes, contexto dinámico accesible a todos y memoria comunitaria colectivamente alimentada en tiempo real.
Gracias al desarrollo técnico del ciberespacio se ha ampliado la posibilidad de conexión entre múltiples mundos virtuales. Que hoy en día es un lugar de gran importancia donde convergen "transacciones económicas, de aprendizaje y de ocio".
“El ingeniero de mundos no firma una obra terminada sino un entorno por esencia inacabado; los exploradores tienen que construir no solamente el sentido variable, múltiple, inesperado, sino también el orden de lectura y las formas sensibles”.
La grabación, el archivo como acto de conocimiento
El inicio de los creadores de mundos
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