Hay lagartos para largo rato

“El político colombiano es una caricatura en sí mismo”, Daniel Samper Ospina

Al escritor y periodista Daniel Samper Ospina no le gustan los cocteles y no asiste a ellos, no precisamente por una causa moral, sino porque el baño de invitados está siempre lleno, baños de los que salen políticos o líderes de opinión,  muy electrizados y despelucados, que posteriormente se les escucha hablar en contra de la droga y mostrarse enemigos de su legalización.

Eso dijo el periodista en la presentación de su libro “El club de los lagartos”, en el marco de la IV Fiesta del Libro de Medellín. El libro  surge de la compilación de algunas de sus columnas más relevantes para las revistas Jet Set y Semana.

Bajo la compañía de Pascual Gaviria, columnista de El Espectador, Samper agradeció al público por soportar la fila y el calor, por comprar el libro y por comprarlo a la salida. Añadió que estaba de celebración por el éxito en ventas que ha tenido su obra, la cual hace una crítica al pequeño país que es la clase dirigente colombiana como un pueblo que ha sido siempre de las mismas personas y que mantiene las mismas “mañas”.

Las caricaturas escritas, como él prefiere llamar a sus columnas, son producto de la exageración de la realidad. Tal  como pasa en las caricaturas, Samper se vale de características físicas para definir los personajes y hacer de estos elementos un espacio de opinión humorístico, además de hacer un ejercicio de observación minucioso para tomar la realidad y deformarla, “nunca tanto como Uribe a  la constitución” dice, pero sí utiliza el humor para hacer un llamado de atención o simplemente burlarse de lo que pasa en el país.

Afirma que este tipo de género, el de sátira y humor, en un país donde se disfraza la realidad con palabras elegantes,  pocas personas se arriesgan a utilizarlo. Sobre todo el de la burla del físico, en el que Samper Ospina no se cohíbe de poner nada: si algo le produce risa simplemente lo pone. El no medir las consecuencias, ni lo que pueda pasar, se lo atribuye a ese elemento de irresponsabilidad fundamental siempre presente en sus columnas.

“La crítica de algo concreto”

A propósito del tiempo que lleva Daniel Samper como columnista de la revista semana, Pascual Gaviria le preguntó sobre su proceso de elaboración. Samper respondió que mantenía siempre consigo una “libretica” para apuntar las ideas que le pudieran servir para sus escritos semanales: “Tener una columna de humor político en Colombia es una mediocridad, es una manera de ganarse la plata realmente fácil, porque gracias a Dios hay mucha inspiración. “El político colombiano es una caricatura en sí mismo”, exclamó.

Sin embargo redes sociales como twitter, también le han servido a este escritor de inspiración para sus columnas. Dado a su nombramiento como mejor twittero de Colombia, Samper dijo que Twitter, al igual que sus columnas, lo trataba de manera muy irresponsable y que este medio más que una inspiración le servía para opinar de temas coyunturales  con los demás usuarios de esta red.

“Me gusta Mockus y no por el guiño samperista de casarse sobre un elefante”

En el evento se rememoró la temporada electoral que atravesó el país hace pocos meses, la cual fue un escenario muy bueno para un escritor de humor, según afirma el columnista, quien hizo parte de la Ola Verde. Comentó además de su inclinación hacia Antanas Mockus y lo que significaba para el país.

Dijo que fue doloroso lo de Mockus ya que fue uno más de esos que tuvieron una conexión emocional con este ex candidato a la Presidencia que de alguna manera representaba una resistencia y una manera de ir en contra de la política tradicional que él tanto ha criticado en sus columnas.

En los stands de la Fiesta del Libro también se sintió el evento. “El libro fue muy vendido, de 59 que se dispusieron para la venta quedan 31 en tan solo dos días que ha corrido de la fiesta”, aseguró Ferney Orlando Gallo, vendedor que trabaja para la editorial Santillana. “Hay gente que llega preguntando por nombres muy raros como: el libro del cartel de las lagartijas y cosas así, pero entonces yo ya sé que es el de Samper”, añadió.

Entre los asistentes también se respiró un ambiente de satisfacción. Clímaco Duque, negociador internacional, dijo que le pareció muy interesante el evento y se refirió a Daniel Samper Ospina por su tono sarcástico y gracioso ante todo y por tener la oportunidad de verlo en vivo dándole ese toque jocoso a la política colombiana.

Por otro lado,  Daniel Penagos, estudiante de la Universidad de Antioquia, comentó que la Fiesta del Libro siempre le ha parecido un lugar muy adecuado para la ciudad, un espacio generador de paz y cultura que vale la pena que se siga haciendo, no solo como un evento anual sino a lo largo de todo el año.

“Lo valioso de un columnista no es que el público lo aplauda, sino generar opinión y que esté en consecuencia con lo que pienso”. “Colombia es un país muy formalista, no le importa que el fondo este destilando pus siempre y cuando en la piel no aparezca la herida”. Fueron algunas de las palabras que dijo el escritor y periodista director de la revista SoHo durante el evento.

En la Fiesta del Libro de Medellín usted puede encontrar dos tipos de lagartos, uno que anda siempre oculto entre las hojas de los arboles, que va a paso lento y asusta a los visitantes extranjeros y locales que vienen a disfrutar de esta fiesta, y otro que se encuentra  en los estantes, en las hojas del  libro de Daniel Samper Ospina: “El club de los lagartos”.